“Desgracia”, una novela maravillosa de John Maxwell Coetzee




El pasado jueves comenté para ustedes una novela que me gustó mucho cuando la leí hace ya unos cuantos años; un texto entretenido, fácil de leer, con una trama interesante pero que como ya les señalaba no era un “novelón”. Justamente lo contrario del relato que hoy pretendo comentarles, que es una novela como la copa de un pino, uno de esos libros que hay que leer y es por eso que aparece en Solo Libros, por ser una novela que en mi opinión deberían procurar leer todos aquellos de ustedes que todavía no lo hayan hecho y a los que sí la hayan leído, les recomendaría que la apuntaran en su lista de libros pendientes porque estimo que su relectura les va a permitir apreciar todavía más el texto con el que nos obsequió allá en el año1.999, su autor John Maxwell Coetzze, que conviene señalar fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en el año 2003.

La obra se publicó en España como “Desgracia”, el título se debe a una traducción sesgada del original que se titula en inglés “Disgrace”, que significa vergüenza o deshonra, pero no desgracia; pero bueno la traducción del título tampoco tiene demasiada importancia, si nos remitimos a la valía de la novela. Aclarado este punto, vamos a lo que vamos.

Coetzze nació en Sudáfrica en 1940, hijo de un abogado de procedencia alemana y de madre anglófona. Este escritor, académico y profesor sudafricano, estudió en una escuela de lengua inglesa, se graduó con posterioridad en Matemáticas e Inglés por la Universidad del Cabo, emigró al Reino Unido donde trabajó como programador de ordenadores, posteriormente en 1965, abandonó Londres y se trasladó a los Estados Unidos, donde estudió Lingüística y Literatura en Tejas y Nueva York. Impartió clases, durante tres años, en la Universidad estatal de Nueva York, para posteriormente volver a Sudáfrica. Desde 2002 vive en Adelaida, ciudad australiana donde es investigador en el Departamento de Inglés de su universidad. Coincidiendo con la Semana Literaria de Adelaida en marzo de 2006, Coetzee recibió la nacionalidad australiana, sin que ello, según él, lo aleje de Sudáfrica, su lugar de nacimiento y donde transcurre gran parte de su obra.

Alcanzó su primer éxito internacional a raíz de la publicación en 1980 de “Esperando a los bárbaros”, ha obtenido el prestigioso premio Booker en dos ocasiones, la primera por su obra “Vida y tiempo de Michael K” y la segunda por esta novela que hoy nos ocupa. Y como ya hemos dicho alcanzó el Premio Nobel por el conjunto de su obra que - como manifestaba la Academia Sueca en su momento - “de innumerables maneras, retrata la desconcertante complicidad de la alienación” y añadían que la prosa de Coetzee “sabe abordar situaciones en las que la capacidad de distinguir entre el bien y el mal puede ser vista como algo que a fin de cuentas es inusitado”.

Coetzee claramente es un escritor moral. Su compromiso ético con la literatura y la sociedad que describe está vivo en cada una de las escenas que relata, pero habrá que decir que es más escritor, que moralista. Es decir, en nuestro autor la literatura está por delante del compromiso, y así construye su obra. A través de un magnífico ejercicio literario, el autor nos aproxima al problema de la soledad y la alienación; a la capacidad del hombre frente al bien y al mal e incluso a su incapacidad para hacer frente a sucesos y acciones que sobrepasan a sus referentes éticos.

En “Desgracia” nuestro novelista nos describe una historia dura, las desventuras de un hombre de 52 años, profesor, divorciado que se mete en problemas con una alumna y cuando es denunciado prefiere renunciar a su trabajo antes que pedir excusas. Estos hechos le llevarán a convivir con una hija suya en una sociedad y en un ambiente que no es el suyo; y allí vivirá una serie de experiencias que le marcaran para siempre. Los referentes del protagonista saltarán hechos pedazos ante las consecuencias de una brutal agresión que sufre en compañía de su hija.

Disgrace o Desgracia, como ustedes prefieran, es una obra sombría, dura, descarnada, narrada con una prosa bella a la vez que sobria. Coetzee relata las experiencias de unos seres humanos envueltos en los cambios sociales que experimenta la sociedad en la que viven, los brutales cambios que experimentaron los habitantes de Sudáfrica tras la finalización del apartheid. Es a través de la exploración de la debilidad de sus protagonistas y de sus particulares derrotas, como el autor consigue capturar la esencia espiritual del ser humano, que a veces se esconde tras la apariencia que le da su situación personal o el rol que protagoniza en la sociedad.

La obra de este autor en general es triste y desesperanzada, pero su categoría y el magnífico pulso narrativo consiguen que estos relatos, que en principio podrían sufrir el rechazo de una sociedad que prefiere distraerse a preocuparse, logren alcanzar premios emblemáticos y unas tiradas envidiables. Coetzee es un narrador duro, un novelista incómodo, pero mantiene a lo largo de sus obras una tensión tranquila basada en el ejercicio de una escritura nada retórica y muy regular, que atrapa a lector.

Recomiendo su lectura porque Disgrace se lee de un tirón y además, porque algunos de los lectores van a conocer por vez primera a este autor, lo que seguro les va a proporcionar una agradable sorpresa. Los que sigan mi consejo y se aventuren a leer esta obra no van a arrepentirse, su lectura los va a llevar a mundos poco conocidos y sin lugar a duda a la reflexión y eso en estos tiempos que vivimos creo que es de agradecer. Estoy convencido que la lectura de Disgrace va a ser el primer escalón que los llevará a conocer otras obras de este escritor, sudafricano de nacimiento y hoy australiano de nacionalidad.

Hasta aquí hemos llegado, espero que si Dios quiere volvamos a encontramos aquí el próximo martes. Entre tanto cuídense mucho.

Un abrazo.

Como probablemente sepan alguno de ustedes, acaban de publicarme una novela negra que se titula "Al madero no le gusta la ropa vieja", cuyo escenario es Fuerteventura y su capital, Puerto del Rosario. Sus protagonistas, dos guardiaciviles que investigarán un homicidio. Por si estuvieran interesados en adquirir un ejemplar aquí les dejo el enlace que les permitirá hacerlo. ¡Feliz lectura!

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